Bretaña en furgo 4# Recorremos la península de Crozon en bicicleta
- lapitufa van
- 20 nov
- 4 Min. de lectura
Nos subimos a la bicicleta para explorar la impresionante península de Crozon. Pedaleamos por encantadores pueblos, descubrimos antiguos búnkeres y disfrutamos de un refrescante baño en playas rodeadas de majestuosos acantilados.
La península de Crozon es un destino fascinante, repleto de rincones únicos y vistas espectaculares. Comenzamos nuestra aventura sobre ruedas aparcando en el encantador pueblo de Crozon, ubicado en el corazón de la península, un punto ideal para iniciar una ruta circular por la zona.
La ruta transcurre por carreteras locales, ideales tanto para bicicletas de carretera como de montaña. Aunque en algunos tramos es necesario atravesar terrenos de grava, el recorrido es accesible. En cuanto al desnivel, no hay subidas prolongadas, pero al ser una península llena de colina lo hacer ser un verdadero desafío con constantes subidas y bajadas.
Pedaleamos por una carretera llena de búnkeres y fuertes
Empezamos la ruta dirección norte hacia Roscanvel para dirigirnos a Pointe des Españoles (punta de los españoles en castellano), pasamos primero por la localidad de Roscanvel y tras una pequeña subida llegamos a este lugar lleno de búnkeres y cañones de la segunda guerra mundial.
Tiene unas vistas impresionantes de la bahía y de la ciudad de Brest, además tenemos una suerte tremenda, están haciendo una recreación con barcos de época, una fragata enorme iza sus velas y tira cañonazos que resuenan hasta donde nos encontramos. Después de visitar los búnkeres y sacarnos fotos en los enormes cañones cogemos la bici y seguimos nuestro camino dirección sur con la costa ahora a nuestra derecha.
Por el camino nos encontramos con un montón de fuertes, el Fort des Capucins nos llamaba bastante la atención, está situado en un cabo bastante resguardado, tiene una vista única desde la carretera. Seguimos nuestro camino rodeando el perímetro militar que hay un poco más adelante para dirigirnos a Camaret Sur-Mer
Camaret Sur-Mer y su espectacular puerto
Bajamos en ligero descenso hacia Camaret Sur-Mer donde circulamos al lado del puerto. Es el pueblo más bonito de la península de Crozon con sus vistas increíbles hacia el mar.
De aquí pedaleamos hacia el dique natural que resguarda el puerto, a nuestra derecha dejamos un cementerio de barcos pesquero bastante oxidados y muy cerca nos encontramos con la impresionante capilla de notre dame de Rocamadour.
Una ermita muy interesante que salvaguarda a los pescadores de los riesgos de su peligrosa profesión. Más adelante tenemos Tour de Vauban, que podemos visitar por un módico precio.
Destino Pen-Hir, vemos las mejores playas de Crozon
Tras tomar un refrigerio en Camaret Sur-Mer ascendemos por sus calles hacia nuestro siguiente destino Pointe de Toulinguet, tras un rato de subida llegamos al destino, es otra fortaleza a la que creo que no se puede entrar (al menos cuando nosotros estuvimos) pero al tener unas vistas tan impresionantes de la playa de Pen Hat, lo hace un lugar imprescindible en la península de Crozon. Tiene también un aparcamiento desde el cual podemos acceder a la playa. Seguimos nuestro camino hacia nuestro destino final en la península de Crozon, Pointe de Pen Hir.
Tras unos pocos kilómetros de pedaleo y pasando al borde de unos alineamientos de menhires, llegamos a Pointe de Pen Hir. Es el lugar de la península en la que más turistas hemos visto, los últimos metros son bastante malos por lo que nos tendremos que bajar de la bicicleta de carretera, tenemos un cierto riesgo de pinchar. A nuestra derecha un enorme monumento se alza sobre el acantilado, un monumento a los Bretones de la Francia libre, los Bretones con su propia lengua son descendientes de la cultura céltica que se asentaron en esta zona de Francia provenientes de Gran Bretaña. Tras dejar este monumento nacionalista terminamos nuestro camino hacia Pen Hir. Unos enormes acantilados nos separan del mar y podría decirse que es el mirador mas impresionante de toda la península, al conjunto de farallones que tenemos al frente se le conoce como Tas de Pois.
Decimos adiós a Pen Hir y volvemos pedaleando a la furgoneta, han sido unos 40 kilómetros con 500 metros de desnivel, por lo que dejaremos el Cap de la Chevre para visitarlo en furgoneta. Este lugar es muy recomendable para pernoctar, hay mucho espacio, apenas hay gente y tiene un paisaje increíble. Una vez que te levantas de la cama puedes darte un paseo y ver los enormes farallones o los búnkeres y monumentos de la segunda guerra mundial. Muy recomendable es la visita a la playa de Ile Vierge, aunque el acceso esta algo complicado.
Concluimos nuestra ruta de Crozon en bicicleta
Así concluye nuestra visita a la península de Crozon en bicicleta. Espero que hayáis disfrutado del recorrido y os animéis a seguirnos para descubrir más rincones fascinantes de Bretaña en furgoneta. ¡Hasta la próxima aventura!"
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